Cuando ya crees que lo sabes todo, cuando pretendes dar lecciones a los demás… te viene la vida con un huracán a sacudirte bien y dejarte desnudo como un bebé.
Ya puedes ir vestido de grandes teorías y adornado de grandes consejos para otros, que de repente, te encuentras vacío, perdido, con todo por reaprender, que es infinitamente más complicado que aprender.
Volver a equivocarte acercándote a la persona no adecuada, dejar que entren en tu vida para que vuelvan a robarte un poco de ti… Volver a saber quién es quién, diferenciar el que te tiende la mano verdadera del que lleva la manzana podrida; el que se merece un sitio o el que mejor se mantenga lejos.
Volver a reír y ponerte el mundo por montera, a ver de rosa toda la escala de grises… Volver a tener ilusiones y luchar por ellas, a tener energía para afrontar los nuevos retos y a colocarte cada día (o intentarlo) la mejor de las sonrisas.
Volver a escuchar la voz que llevas dentro, a quererte un poco más a caer y levantarse todas las veces que haga falta.
No se dice aquello de renovarse o morir? Para lo bueno y lo malo… volveré a reaprender!
