TIEMPO

Cuando te echan del curro, cuando te deja el novio, cuando se rompe esa amistad, cuando alguien se va. Siempre, en esos momentos llega aquella equivocada respuesta utilizada hasta la saciedad: el tiempo lo cura todo.

Porque pareciera que el tiempo fuera esa medicina que nos recoloca, reubica o incluso hasta se llega a decir que nos ayuda a rehacer nuestras vidas. Esa medicina que nos la tomamos y funciona, con lo que sólo nos queda esperar. Magnifica burrada de sabiduría equívoca.

El tiempo es esa anestesia que me permite andar sin dolor. Esa anestesia que juega con alcohol, deporte o trabajo, que sustituye los huecos, los lugares antes ocupados. Esa anestesia que, al despertar, lo hará de nuevo acompañada de fantasmas pasados.

Porque la medicina eres tú aceptando, responsabilizándote y actuando. Eres tú quien podrá transitar por la rabia, la frustración o la tristeza que te provoquen esas situaciones. Esa medicina será la que te cure y no el tiempo. El tiempo no cura, eso lo haces tú.

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