Y COINCIDE

Sí, coincide. Coincide que hoy es día libre y estoy solo, tirado en el sofá y sin nadie alrededor. Que es un día nublado ahí fuera y la lluvia está esperando a que yo pretenda salir para darme la bienvenida. Que, en definitiva, mi versión horizontal es la que va a persistir unas horas más.

Coincide que me levanté raro, bajo o tristón, como no suele ser habitual en esta racha con velocidad de huracán que vivo últimamente donde no tengo tiempo para nadie ni para mí.

Coincide que llevo unas semanas volviendo a escuchar esos anuncios pidiendo el regalo anual que yo hace dos lustros ya no puedo darte más.

Coincide que hoy, no voy a decir que fuera inconscientemente, deslicé mi agenda hasta pararme en ti, porque sí, aún te tengo apuntado y guardado, como si algún día fuera a aparecer tu nombre en mi pantalla.

Sí, coincide. Coincide que te daría un achuchón esperando que tú me lo dieras a mí después. Coincide que te pediría que siguieras recargando mis fuerzas cada vez que me vieras flojear. Coincide que sé la suerte que tengo de haberte tenido.

comparte este microrrelato

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *