FÁCIL

El que siempre protesta. El que soluciona los enredos. El de los valores férreos. El de la voz grave. El de aspecto imponente. El que muestra la seriedad. El que sigue los horarios…

Era fácil conectar la causa y su efecto. ¿Quién no creería que aguantar un tipo así seria lo duro?¿Quién no afirmaría que estaba claro la insoportabilidad de uno y la paciencia del otro?

Todo se acaba y es de concienciación general determinar la culpabilidad de una de las partes en tal desastroso final. Mejor encontrar una diana donde apunten todos los dardos y una explicación más complicada que nos difumine las ideas preconcebidas no es ni necesaria ni requerida.

Era fácil imaginar las malas caras y las peores palabras que hacían bueno a uno y malo a otro.

Era fácil fijarse en esa sonrisa perenne y esa voz dulce, ese nunca opinar y siempre aparente aceptar.

Era fácil no preguntar. Era fácil juzgar y errar.

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