PERO TÚ SÍ

La verdad es que nunca me gustó tu novio. Tan distante, tan callado, tan tímido que desprendía aires de superioridad. Realmente siempre sentí que su excusa de chico tímido era la coartada perfecta para tapar que yo no era de su agrado. 

La verdad es que tú nunca le gustaste a mi novio. No le gustaba tu actitud de sabelotodo (aunque realmente sí sabías lo que decías), pero en realidad lo que le molestaba era tu pesimismo, en el que me atrapabas, según decía él. Pudiera ser verdad o no, lo realmente cierto es que la combinación de nosotros cuatro fue desastrosa y el distanciamiento estaba claro que llegaría. Y llegó.

Años después sé que conseguiste tus sueños. Tampoco me extraña porque creo que eres una de esas mujeres fuertes disfrazadas de debilidad que han pasado por mi vida. Yo siempre confié en ti y que la vida te devolvería cosas buenas. Sé que dejaste tu trabajo, ese que no te aportaba felicidad, y que te dedicas a lo que te gusta, que volviste a España para vivir en la playa como siempre bromeabas al hablar del futuro lejano… y además sé que te casarás con él. Tengo esa envidia sana que uno siente cuando a quien quiere le salen bien las cosas.

La verdad es que nunca me gustó tu novio pero tú sí, aunque me gustaría que no fuera así.

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